¿Quién no ha soñado en despertarse ante el mar o enfrente de una cordillera, con la comodidad de una casa? En los últimos años, las ventanas panorámicas se han convertido en una fantasía para las casas ubicadas en lugares privilegiados, aportando la sensación de estar tanto adentro como fuera de la sala. Aun así, a la hora de decantarse por este tipo de apertura, es importante tener en cuenta sus ventajas y desventajas.

Por ejemplo, uno de los principales handicaps de estas ventanas son las limpiezas, sobre todo cuando se tienen que realizar por la parte exterior. A pesar de que hay soluciones como trapos con brazos extensibles, es recomendable contar con la colaboración de una empresa de limpieza profesional para que la suciedad no sea un impedimento a la hora de disfrutar de las vistas.

Por otro lado, uno de las ventajas más gratificantes de este recurso arquitectónico es la luz natural que permite entrar a la vivienda. Además de aportar luminosidad, esta ventaja también es sinónimo de ahorro, puesto que son horas de luz que os podréis ahorrar.

Aun así, a la hora de buscar la orientación adecuada para favorecer la entrada de luz, sobre todo en territorios como el nuestro, hay que tener en consideración que largas horas de exposición al sol en épocas calurosas también significa que aumentan la sensación de calor y que pueden convertir la habitación en un horno.

Vosotros qué pensáis: ¿merece la pena tener ventanas panorámicas? Cómo hemos visto en este artículo, pueden ser un elemento decorativo excelente si vivimos en una zona que lo permita, pero por otro lado hay que pensar con anticipación dónde colocarlas para que no se convierta en un lastro.

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