Blog Notícies


DAMOS FORMA A TU COCINA

09/03/2021

 

Categoría: Decoración y diseño, Madera, Proyecto global

Buch1900. Foto de mostra de cuina acabada.

Nunca te has sentido tan bien en ella

Distribución

Es la primera circunstancia que tenemos que tener en cuenta, puesto que determina la forma, y por tanto su funcionalidad. Dejando para más adelante los detalles estéticos, es necesario concentrarse en cómo necesitamos trabajar en ella, puesto que no conseguiremos mucho teniendo una cocina preciosa si no nos es útil. Y como la utilizamos prácticamente cada día, es esencial que nos sintamos a gusto, nos puede facilitar o complicar mucho la vida, día tras día. ¿Pero cómo conseguir una perfecta distribución? Vamos a descubrirlo.

Espacio

La construcción de una cocina depende principalmente del espacio disponible. Es decir:

    • Cuál es la superficie que podemos ocupar. Por lo tanto, cuántos metros cuadrados tenemos disponibles y cuál es el espacio útil que podemos extraer de estos. Estas características nos determinarán las posibilidades y la necesidad de ser más o menos ingeniosos. Generalmente, como mayor sea y más útil, más opciones tendremos y más espectaculares serán los resultados.
    • Cuál es la situación en la vivienda. Es muy diferente si ocupa una zona de paso, como un pasillo, por ejemplo; o bien un rincón en el cual sólo tenemos un acceso; o si es abierta y hacemos una cocina de tipo “americano”, entre otros. Tendremos que tener en cuenta cómo se accede a la cocina, así como también cómo se circula en ella.
    • Qué geometría tiene. La definimos combinando dos parámetros: si es alargada o cuadrada, con si es estrecha o ancha. En el caso de ser una cocina cuadrada y ancha, por ejemplo, tendremos unas opciones muy diferentes de una alargada y estrecha. Nos afectará a lo que denominamos “el triángulo de trabajo”. Éste está compuesto por la zona de lavado, la zona de cocción y la zona de almacenamiento. Cuando estamos cocinando, nos movemos alternativamente entre estos tres. Si los separamos, nos obliga a desplazarnos mucho (problema a evitar sobre todo en cocinas grandes o muy alargadas), si los juntamos demasiado no nos podremos ni mover (problema a evitar sobre todo en cocinas pequeñas), en casos extremos se puede dar que no podamos abrir el horno y la nevera a la vez, por ejemplo.

 

Forma

Qué forma escogemos para la cocina, se deriva de la combinación de las tres características anteriores, por lo tanto, definiendo la superficie útil, la situación y la geometría de ésta. La forma la damos mediante la distribución de los diferentes elementos que la componen, para optimizar al máximo este triángulo de trabajo.

  • Forma de «U». Son cocinas que aprovechan 3 “paredes” (incluso en algunos casos parte de una cuarta). Son ideales en espacios con una geometría cuadrada y ancha (y cerrada). Son las más prácticas, puesto que el triángulo es lo más equilátero posible, y las distancias son muy cortas. La complicación está en el hecho de que se generan el máximo número de esquinas, haciendo que se puedan producir muchos espacios desaprovechados, a la vez que limita la cantidad de puertas y cajones abiertos (pueden chocar entre ellos fácilmente). Habitualmente la mesa tiene un espacio reservado fuera de este espacio, sobre todo cuando es estrecho.

Buch1900. Cuina en forma d'U, il·lustració de la forma.

Esquema de una cocina en forma de «U» (en forma rectangular—ancha).

 

  • Forma de “L”. Son cocinas que aprovechan 2 “paredes”. Es una de las formas más comunes y son ideales para geometrías cuadradas y estrechas. Son muy cómodas, y el triángulo de trabajo se suele convertir en la utilización de dos zonas juntas (ex: lavado y cocción) y la tercera en la otra pared (ex: almacenamiento). La ventaja principal es que sólo se genera una esquina, se pierde menos espacio. Es muy habitual que la tercera pared se aproveche para poner una mesa, lo que permite integrarla en el espacio.

Buch1900. Cuina en forma de L, il·lustració de la forma.

Esquema de una cocina en forma de «L» (en forma rectangular—ancha).

 

  • En Paralelo. También son cocinas que aprovechan 2 “paredes”. La diferencia es que no generan ningún ángulo muerto, por este motivo no perdemos espacio. Son ideales en geometrías alargadas (también cuadradas) y estrechas. Son menos cómodas, puesto que el triángulo de trabajo, a pesar de distribuirlo de forma parecida a las de “L”, suele quedar parte de caras y parte de espaldas, por lo tanto los movimientos tienen que ser de 180 grados (un giro total). Es muy habitual en cocinas construidas en zonas de entre una estancia y otra. En la mayoría de casos, integrar una mesa es excesivamente complicado, sobre todo cuando son muy estrechas, y los electrodomésticos suelen chocar entre ellos al abrir la puerta.

Buch1900. Cuina en forma paral·lela, il·lustració de la forma.

Esquema de una cocina paralela (en forma rectangular—ancha).

 

  • Forma Lineal. Son cocinas que necesitan una sola “pared”. No generan ningún tipo de ángulo muerto. Son ideales en geometrías alargadas y estrechas, de hecho las más recomendadas para espacios muy estrechos. El triángulo de trabajo se sitúa en una misma línea (fila), y por tanto exigen mucho movimiento lateral (izquierda—derecha). La zona de cocción se suele ubicar en el centro, la de lavado y almacenamiento una a cada lado. Esta forma es muy fácil de construir y se suelen tener dos variantes: con pared delante o abierta (tipo americano). Clásicas en apartamentos.

Buch1900. Cuina en forma lineal, il·lustració de la forma.

Esquema de una cocina lineal (en forma rectangular—ancha).

 

  • Con “Isla”. Es una opción que está muy de moda. Sólo tienes que mirar cualquier programa de TV de reformas, y lo primero que sentirás es “queremos un espacio abierto y con una isla”. El concepto proviene de las cocinas de chefs profesionales, que necesitan un espacio muy ancho en el que trabajar en equipo (varios cocineros a la vez). Aporta un almacenamiento extra y se convierte en un centro de interés y de encuentro. Esta idea se ha reconvertido y adaptado al hogar. Hay dos variantes principales: con electrodoméstico ( ya sean los fogones, o incluso la pica), o sin (superficie para preparación). Y la mayoría acaban incorporando unas sillas altas para poder comer, e incluso hacer los deberes. Pero hay que tener en cuenta que sólo funcionarán en espacios muy anchos y preferiblemente cuadrados (a pesar de que alargados también) y abiertos. Si el espacio es demasiado estrecho, podemos adaptarla a una península. ¿Y qué es una península? Sólo hay que pensar en geografía: lo mismo que una isla, pero conectada por un punto.

Esquema de una cocina lineal (en forma rectangular—ancha).

 

En resumen

Antes de elegir maderas, colores y electrodomésticos (sobre todo estos últimos), hay que estudiar el espacio disponible, para escoger qué forma de cocina será la óptima. Cuando hayamos definido la forma, determinaremos como estará distribuido el triángulo de trabajo, por lo tanto dónde lavaremos, dónde coceremos y dónde guardaremos las cosas, para que nos sea práctico, útil y cómodo. Procuraremos aprovechar al máximo el espacio, permitir un movimiento fluido dentro de éste y que las puertas y cajones no choquen entre ellos o nos bloqueen el paso. Así conseguimos tener una buena cocina para ti.

LA MÁXIMA PRACTICIDAD, A TU ALCANCE

Buch1900 tenemos las mejores soluciones en construcción de muebles de cocina de madera, con una amplísima gama de acabados, que se adapta a tus necesidades tanto estéticas, funcionales, como de presupuesto. Somos expertos en el estudio de tus necesidades, en la medición, en el diseño, en la instalación de tu cocina, así como en su mantenimiento. Te ofrecemos el producto exclusivo y a tu medida, tan único como tú. Te damos la mayor comodidad, con la mejor relación calidad-precio. Descubre más sobre mobiliario a medida aquí.

……

Bienvenido a Buch1900, una historia que se remonta 5 generaciones.